Terminado el tercer integral de Durango paso a comentar.
Ya conté que yo tengo los 6 primeros en tomos individuales, por lo que tendré que conseguir los 7 y 8 sueltos, pues no puede ser con el 2º integral. Compré el 4º integral y ahora el 3º.
El dibujo de Swolfs es soberbio y en estas 4 aventuras llega para mí a su máximo esplendor. No es el Swolfs de Leyenda, que nunca me gustó. Es un Swolfs magistral, que ha bebido de lo mejor de Giraud y lo lleva a un expresionismo y al mismo tiempo realismo brutales. Los guiones van a la par, aunque en el caso de
El oro de Duncan tendría que leer el anterior para ver de dónde sale la chica. En esta aventura se homenajea al gran Lee Van Cleef.

En
La presa de los chacales regresamos a México, país que Durango abandonó en El destino de un desperado.

En
Colorado y
La heredera Swolfs nos muestra al detalle una población minera de las Rocosas, con un viaje a Denver en invierno. Recorrer estas viñetas, tren de vapor del oeste incluido, es un verdadero regalo.

Swolfs no solo se sumerge en los parámetros del spagheti western, sino que los agranda y los revisa. Los supera, sin duda, porque uno de los problemas del spagheti era su tendencia a ser repetitivo (el 80 % de las películas lo eran).
Un integral que merece la pena comprar.
Impresionante