Jajaja pues no se, hace mucho que no voy al zoo de Guadalajara. De pequeño iba mucho, me pasaba tardes de domingo enteras allí jugando y dando de comer a los animales hasta que lo prohibieron, ya ves. Lo que más me gustaban eran precisamente los lobos y los osos y es cierto que si lo pienso ya de mayor es un poco triste que estén allí encerrados. Precisamnete mi clase del cole participó en el concurso de ponerle nombre al osezno que nació, aunque no recuerdo ni cual elegimos ni cual le pusieron al final. Está cerca del sitio donde estudio ahora. Es una zona bastante deprimente, es cierto, sobre todo la parte que está justo al lado de mi centro. Es un antiguo hospital psiquiátrico abandonado
¡Que se pase Iker Jiménez!